Ojalá pudiera decir en este texto lo orgulloso que me siento de mis dos equipos predilectos. Ojala pudiera mostrar satisfacción por una nueva victoria cada jornada o en su defecto por saber que lo han dado todo a pesar de la derrota. Ojalá todo lo sucedido en Mestalla la pasada noche hubiera sido un sueño, pero aquí estoy, con una sensación agridulce porque a pesar de todo el baloncesto me mantiene si no sereno, algo parecido. El Valencia Basket sigue invicto mientras otros acaban de aperase de la Champions League tras un partido...
¿Cómo mantenerse sereno ante un equipo que es un constante querer y no poder?. Bueno, la verdad es que eso no es del todo cierto porque sino ¿cómo explicar el partido frente al Barcelona? el gol de Mina ¿un golpe de suerte? no lo creo. Estos jugadores han demostrado que tienen calidad de sobra como plantarle cara al líder de la liga, el cual venía de endosarle un 0-4 al Real Meseta, como diría el gran Carlos Bosch.
Y es que este conjunto hace tiempo que quiere jugar a algo pero no le han dado las instrucciones concretas para llevarlo a cabo. Que la temporada pasada se consiguiera alcanzar posiciones de liga de Campeones ateniéndonos a la imagen mostrada la actual campaña, parece casi un milagro. Cabe decir que aquel equipo se construyó desde la solidez y la aportación ofensiva que te daban jugadores como Otamendi, lástima que éste se 'jugara mucha plata' y decidiera poner rumbo a tierras inglesas. Estaba en su derecho, eso no lo niego.
Más allá de eso, nadie o casi nadie se quejaba, pero aquel equipo a pesar de todo y por aquí empieza todo, no jugaba a nada. No hay otra realidad más allá de eso. ¿Qué se ganaban partidos? Sí, ¿que más de uno se olvidó de ello para contagiarse de una nueva etapa de ilusiones y victorias? Obviamente también.
Es así como hemos llegado hasta esta noche. Mucho se está hablando con la herencia de cierto entrenador luso representado por Mendes. Del agente más prestigioso del mundo, para muchos, también habría para hablar largo y tendido. Pero olvidando eso, de nuevo me remito al partido contra el Barcelona. ¿Cómo habrían de estar las cosas para que los jugadores se liberaran de tal manera y jugaran con las ganas con lo que lo hicieron?
Soy uno de esos aficionados que se ha tenido que abrir un blog para en cierta manera descargar sus frustraciones sobre el papel. Queden tranquilos que intentaré guardarme los insultos y los comentarios poco constructivos para mí, aunque quizá ya haya hecho tarde, eso está en su criterio. Soy uno de esos aficionados que se ilusiona, como cualquiera, con la llegada de un nuevo entrenador.
Desde que conociera la noticia de que Gary Neville se convertía en nuevo entrenador del Valencia, una sensación de alivio y esperanza me invadió. Lo primero que hice fue mirar si aquel Gary Neville era el mismo del Manchester United. Aquel que vivió una auténtica época dorada con el honorable Álex Ferguson como entrenador. Lo segundo: si estaba entre la cartera de representados de Mendes.
Y lo cierto es que seguramente haya sido elegido por su relación con Peter Lim, me da igual. Sólo quiero que mis primeras 24 horas de ilusión se conviertan en realidad durante la temporada tras ver a mi equipo jugar. Tras ver a mi equipo convertido en un bloque que sepa a qué juega y que además lo haga bien, nada sencillo pero claro que posible.
Así que volviendo al esperpento de partido que ha supuesto la eliminación europea, al menos de la Champions, al equipo le pido que se deje la piel en el campo, eso por anticipado. Y seguidamente al entrenador le exijo, creo que estoy en mi derecho, que haga que esto funcione de una vez. Y que funcione más allá de una temporada y no tengamos que estar lamentando eliminaciones. Que por nosotros no quede.
Gracias sí has llegado hasta aquí y hasta la próxima.
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