domingo, 23 de octubre de 2016

El Valencia de Prandelli



Hoy me gustaría hablar de este nuevo Valencia de Prandelli. Tras haber visto los dos primeros partidos del entrenador transalpino al frente del equipo, creo que es necesario separarlos. Creo que es necesario analizar por un lado el partido frente al Sporting de Gijón como visitantes y que supuso el estreno, y por otro lado el reciente partido frente al FC Barcelona que acabó, como todos ya sabemos, en derrota por 2-3. No quiero aquí entrar a debatir sobre la actuación arbitral porque corro el riesgo no hacer un análisis certero y justo de la situación.






















Vamos a ver, con respecto al partido del Sporting vimos un Valencia por primera vez ordenado en tareas defensivas. Aunque no se pudo completar el desafío de dejar la portería a cero, una situación que nos ha lastrado demasiado tiempo, sí que acabamos finalmente llevándonos el partido. Esa mejoría a la que aludo, en defensa, ha sido fruto de los pocos retoques que Prandelli pudo hacer con tan poco tiempo tras su llegada. Por primera vez vimos una presión con sentido, unos marcajes bastante aseados e incluso recuperamos más balones de lo normal. En definitiva, se vio que no era tan difícil, sin restar mérito al míster, dotar a este equipo de una solidez atrás inaudita hasta este momento.


Otra cosa fue, sin embargo, el aspecto ofensivo. Cierto es que no se contaba con el futbolista más en forma y más desequilibrante de este comienzo de temporada, Nani. Pero sin embargo, creo que este equipo arriba tiene bastante más calidad de lo que están demostrando sus jugadores. Una calidad que de nada sirve si no hay una buena concordancia de todas las lineas de jugadores, es decir, de la defensa, pasando por el medio campo y llegando hasta la delantera. Los de arriba parecen estar sin ideas, sin un plan claro de lo que hacer, y como digo solo las acciones puntuales individuales acaban por determinar la suerte de la jugada.

En el partido ante el FC Barcelona, este factor se vio reflejado a la perfección en la jugada en la que Santi Mina pierde la pelota en vez de chutar a puerta y que acaba con el penalti que determina el partido. Si Santi Mina tuviera en su cabeza algún automatismo que le dijera que lo último que debe hacer es buscar un pase erróneo hacia ningún lugar en concreto, esa jugada hubiera terminado en gol o por lo menos no habría propiciado lo que acabó propiciando. Cierto es que la inexperiencia y los nervios a veces juegan malas pasadas, pero por encima de eso, lo que este equipo adolece arriba es de un delantero que frente a esas situaciones, no dude. Y de nada servirá si este último llega y sigue sin haber automatismos que deriven en correctas culminaciones de jugadas, lejos de determinadas genialidades puntuales que puedan salvar algún punto o conseguir la victoria.

Ante el Barça, como digo, hacía falta culminar esas contras que al final acabaron por determinar el partido. Y son esas jugadas que tantas otras veces hemos visto contra el mismo rival y que al final hemos lamentado porque no nos llevamos la victoria o el empate. El equipo azulgrana lleva demasiado tiempo llevándose demasiados empates y victorias porque no aprovechamos nuestras oortunidades. La suerte puede influir, sin duda, no lo niego, pero soy de los que piensa que hay que buscarla como digo, con jugadores determinantes que sepan lo que hacer y no se pongan nerviosos.

Ahí queda eso, gracias por seguir mis publicaciones y hasta el próximo post.


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