
Con la de ayer ya son dos los partidos que Valencia Basket ha perdido. El Limoges francés se ha presentado como la kryptonita de un equipo que hasta el partido de ida en la Fonteta, no conocía la derrota. No se trata ahora de alabar al equipo en estas dos derrotas aludiendo un despiste o mala suerte para explicarlas. La realidad es que el Limoges es un grandísimo contrincante y ha demostrado que esa primera victoria no fue fruto de la casualidad.